He seguido la carrera y recorrido de Pablo desde que le conocí a él y su hermano Juan Fierro en el barrio. Juntos producían música para spots publicitarios, bandas sonoras para series y películas. La primera vez que le ví pinchar en público, en Eólica 2009.
Con un perfil musical tan variado y exigente no extraña que Pablo, canario y ‘culo inquieto’ - como decimos en la isla - se haya ganado su puesto en la electrónica global y no exagero, porque sus producciones han sonado en todas partes, como su remix para “Baianá” de Barbatuques que llegué a escucharla como sintonía de los campeonatos de fútbol de ese año a nivel nacional.
Ha mezclado, remezclado y producido para los sellos y artistas más importantes del mundo dentro del house music y pinchado en en los mejores clubs de Berlín, París, New York e Ibiza. Desde hace unos años le puedes escuchar dentro del ’afro house’ que además le permite hermanar sonidos y tradiciones con África.
¿Lo mejor de Pablo? Que veas dónde le veas, es el buen colega del barrio. Y eso dice mucho.